Con la tradicional y solemne procesión por las calles de la Capital de Catamarca, culminaron este lunes las Fiestas en honor a la Pura y Limpia Concepción del Valle, uno de los acontecimientos de fe más convocantes del país.. La edición de este año quedará en la memoria colectiva no solo por estar enmarcada en el Año Jubilar, sino también por haber registrado una asistencia récord de peregrinos, superando ampliamente las cifras de años anteriores.

La imagen de la Virgen del Valle inició su recorrido pasadas las 19 horas desde la Plaza del Maestro, escoltada por una verdadera multitud. Más de 100 delegaciones formales participaron del histórico caminar: instituciones, movimientos eclesiales, colegios, agrupaciones religiosas, trabajadores de organismos públicos y entidades privadas, además de miles de peregrinos que llegaron desde el interior provincial y distintos puntos del país. Con pañuelos en alto, oraciones y cantos, los fieles acompañaron con profunda emoción el paso de la Sagrada Imagen por las calles de la ciudad.

El dato contundente de la Policía de la provincia reveló que la asistencia de fieles a la Procesión fue de 120 mil, y esto viene a poner más emoción a esta celebración récord de diciembre.

Como es tradición, la procesión estuvo acompañada también por la imagen del Beato Mamerto Esquiú, figura central de la historia religiosa y política de Catamarca. Su presencia tuvo este año un significado especial, ya que durante el novenario se recordó su vida y legado en la antesala del Bicentenario de su nacimiento, que comenzará a celebrarse en enero de 2026.

Entre los presentes se destacaron miles de familias catamarqueñas, junto a autoridades provinciales y municipales. Asistieron el gobernador Raúl Jalil, el intendente capitalino Gustavo Saadi, representantes del Poder Legislativo, de la Corte de Justicia, autoridades militares y fuerzas de seguridad. También participaron religiosas y miembros del clero diocesano, encabezados por el obispo de Catamarca, monseñor Luis Urbanc.

El dato más impactante de las Fiestas Marianas 2025 fue, sin dudas, la masiva concurrencia de peregrinos. Para dimensionar el crecimiento de esta manifestación de fe, basta recordar que en diciembre del año pasado habían arribado al Valle Central cerca de 140 mil fieles. Este año, en cambio, según el último informe de la Policía de la Provincia, entre el 29 de noviembre —inicio de las celebraciones— y las 17.30 de este domingo, llegaron a Catamarca 307.015 peregrinos, además del ingreso de 119.245 vehículos.

La jornada de cierre ofreció condiciones climáticas ideales, luego de varios días marcados por lluvias intermitentes. Incluso muchos fieles interpretaron como un signo especial que las precipitaciones comenzaran el mismo día de la Bajada de la Sagrada Imagen, al inicio de las celebraciones.

El momento más emotivo se vivió al llegar al Paseo de la Fe. Allí, entre pañuelos agitados y una lluvia de pétalos, la Imagen cuatro veces centenaria regresó a su trono festivo, montado frente a la Catedral Basílica. Tras la consagración a la Virgen del Valle, monseñor Urbanc pronunció su mensaje final, en el que agradeció a los peregrinos, servidores y voluntarios que brindaron asistencia a lo largo de la semana mariana, destacando gestos solidarios como la provisión de alimentos, bebidas, alojamiento y orientación a quienes llegaron desde lejos.

En su alocución, el obispo elevó oraciones por los más vulnerables, los enfermos, las familias y quienes buscan trabajo. Volvió a reclamar públicamente por la liberación de Nahuel Agustín Gallo y pidió por lluvias abundantes para los campos sedientos de la provincia. Además, convocó a todo el país a prepararse espiritualmente para el Bicentenario del nacimiento del Beato Mamerto Esquiú, que se celebrará entre el 10 de enero de 2026 y el 11 de mayo de 2027.

El cierre de la ceremonia incluyó la entonación del Himno Nacional Argentino y el Himno de Catamarca, seguida de la bendición final. Así, entre emoción, fe y esperanza renovada, Catamarca despidió unas Fiestas Marianas históricas, que reafirmaron el profundo arraigo de la devoción a la Virgen del Valle y consolidaron a la provincia como un faro de peregrinación y encuentro espiritual.

El mensaje completo del Obispo

"Madre Morena de Catamarca, Virgen bendita del Valle, al finalizar esta fiesta en la que nos has cobijado bajo tu manto, como a hijos e hijas muy queridos,  elevamos nuestros corazones llenos de gratitud y alabanza. 

Gracias, Madre, por tu amor incondicional, por la fe que has renovado en nuestros corazones y por las bendiciones que hemos recibido en tu santuario. Gracias por la alegría de encontrarnos como hermanos y peregrinos, por la paz y la esperanza que nos regalas y por atender a nuestros ruegos.

Gracias por tantos devotos catamarqueños que pronta, incondicional y generosamente, han compartido lo que tienen con los hermanos peregrinos, brindándoles algo caliente para beber, comida, emparedados, fruta, agua, cuidado corporal, acogida, orientación, hospedaje. 

Ahora que nos toca regresar a nuestros hogares y a la vida cotidiana, te pido que acompañes en el camino de regreso a los que vinieron de lejos. Protégelos para que continúen. Que continúen honrándote allí donde estén y te proclamen abiertamente como madre e intercesora en sus hogares, pueblos y ciudades. Sé la guía de nuestros pasos, ilumina nuestras decisiones y fortalécenos para vivir según el Evangelio cada día.

Consuela a los que sufren. Libera a los cautivos, entre ellos a Nahuel Agustín Gallo.

Asiste a los enfermos. Haz que haya comida en cada hogar. Que encuentren un trabajo remunerado quienes lo buscan. Y protege a nuestras familias.

Que la luz que hemos encendido en tu presencia no se apague nunca. Que tu rostro bendito sea el recuerdo que nos anime y sostenga hasta que volvamos a encontrarnos en tu casa. De un modo particular te pido que todos los argentinos nos preparemos muy bien para celebrar el bicentenario del nacimiento del Beato Mamerto Esquiú, obispo, 
ilustre catamarqueño, lirio del jardín franciscano, diamante de la política, padre de los pobres, infatigable misionero, peregrino de esperanza, orador de la constitución, cantor de tus bondades, fiel discípulo de Jesucristo y abnegado pastor de su pueblo, que iniciaremos, el 10 de enero de 2026 y que culminará el 11 de mayo de 2027.

Te pido también que envíes abundantes lluvias para tantos sedientos campos, exhaustos manantiales y diques vacíos. Y con ella que el Espíritu Santo reviva los corazones que están calcinados, por causa del pecado y la falta de confianza en la misericordia del buen Dios querido.

Te suplico, Madre del Dios por quien se vive, que insufles en el corazón de cada argentino un verdadero compromiso por la vida. Para ello, despiertan los corazones de varones y mujeres el propósito de vivir en casto y estable matrimonio, según los eternos designios de Dios. Única garantía para formar familias unidas, educadoras de creyentes y ciudadanos responsables, abiertas con generosidad a la vida y cuidadoras de la vida desde la concepción hasta su partida natural.

Sabemos, Madre de la Esperanza, que la vida está amenazada por el consumismo, las adicciones, los vicios, la violencia, la apología del sexo libertino e irresponsable, las ideologías ateas, las políticas inescrupulosas, las economías exitistas, el egoísmo, etc.

Por eso, ayúdanos a vivir la fe recibida en el bautismo de manera coherente, asumiendo todos los desafíos que nos proponen.

Por último, te ruego que despiertes en los jóvenes el deseo de ponerse a total disposición de Jesús para abrazar la vida consagrada de total dedicación a la salvación eterna del hombre.

Que las familias valoren el llamado divino y lo secunden, ayudando a discernir a los hijos y animándolos a dar su sí como tú. Tras estas palabras se entonó el Himno Nacional y el de la provincia y tras ello se impartió la bendición final. Seguidamente la Sagrada Imagen" .
 

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