(Por Belén Sánchez) Julieta Nacelo comenzó haciendo videos sobre salud bucal en TikTok y hoy lidera tres emprendimientos que fusionan odontología, estilo e innovación. Con una comunidad fiel de 200.000 seguidores, se posiciona como referente en el cruce entre salud, comunicación y negocios.

Lo que empezó como una necesidad para atraer pacientes se convirtió en un medio de despegue para algo mucho más grande. Julieta Nacelo es odontóloga, pero también es emprendedora, generadora de contenido y formadora. Su marca personal, construida desde la autenticidad y la cercanía, sostiene un ecosistema de negocios que va desde la moda médica hasta la formación en neuroventas.

“Cuando no tenía pacientes, empecé a subir contenido sobre salud bucal en redes. Era un terreno virgen, y me animé”, cuenta Julieta. Esa apuesta temprana la convirtió en una de las pioneras en hablar de odontología.

Cuando notó que sus seguidores confiaban en ella, entendió que ahí había una oportunidad de negocio. Y la aprovechó.

Una de las primeras ideas que convirtió en realidad fue el desarrollo de su propia línea de ambos personalizados. “A mis ambos les ponía un cinturón o les daba mi toque. Y la gente me empezó a preguntar de dónde eran. Un día pensé: ¿por qué no los hago yo?”, recuerda. Así nació su marca “Ambos Nacelo”, que busca romper con el paradigma del uniforme médico aburrido y sin estilo. 

Con diseños modernos, siluetas ajustadas y propuestas que combinan identidad profesional y moda, sus ambos están pensados para todo el personal de la salud: desde odontólogas y médicas hasta enfermeras y lashistas. En el camino fue aprendiendo sobre el rubro textil a fuerza de prueba y error, y hoy produce en China para asegurar una calidad diferencial. A futuro, planea expandirse a ventas mayoristas. En este proyecto la acompaña su hermana, quien es también su socia y una pieza clave para que el negocio siga creciendo.

Otra de las apuestas que consolidó es “Alinea Pro”, su propia línea de alineadores dentales. En un mercado competitivo, Julieta apuesta por un diferencial claro: la confianza que genera en el hecho de que una persona esté detrás de la marca. “Hoy mis pacientes eligen estos alineadores porque saben quién está presente. Esa cercanía vale más que cualquier campaña fría de marketing”, afirma.

Además, desde hace un tiempo ofrece cursos para colegas odontólogos, convencida de que la formación técnica debe ir acompañada de herramientas comerciales. Empezó con blanqueamiento dental y luego incorporó neuroventas, porque –según explica– “podés tener todos los títulos, pero si no sabés aclarar por qué tu servicio lo vale, no sirve de nada”. Los cursos son online, de una jornada, y apuntan a perfeccionar la técnica al mismo tiempo que enseñan a comunicarla. “La inversión es lo que sale un blanqueamiento, y lo recuperan con el primer paciente. 

Julieta tiene una idea clara: profesional de la salud y empresaria no deberían ser mundos opuestos. “Todavía está mal visto que el personal de la salud quiera ser empresario. Pero para ser exitoso hay que comunicar e innovar”, asegura. 

Ella define a su marca personal como profesional porque siempre busca mejorar; escalable, porque proyecta; y amigable, porque está pensada desde el vínculo con su comunidad.

Con los pies firmes en su consultorio pero la mirada puesta más allá, sueña con sumarse al mundo del streaming y con crear una fundación para ayudar a personas en situación de vulnerabilidad. 

“Mi consejo a los profesionales de la salud es: soñá grande, creétela y andá por eso que te mueve.” Julieta lo dice con una sonrisa. Y con la convicción de quién ya convirtió su profesión en una marca con propósito.

FUENTE: INFONEGOCIOS.INFO

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