Un rincón lleno de historia y significado, la casa natal de Fray Mamerto Esquiú es un homenaje al fraile y obispo franciscano que jugó un rol crucial en la Constitución Argentina y en la búsqueda de la paz. Reconocido por su trabajo en la política y el periodismo, Fray Mamerto Esquiú fue declarado beato por el Papa Francisco en 2001.
Un patrimonio protegido
La modesta casa de adobe, con solo tres habitaciones, ha sido preservada desde 1941 dentro de un templete Art Decó que la protege de las inclemencias climáticas. Este recinto único combina la rusticidad de la construcción original con la elegancia del diseño moderno que lo rodea.
En su interior, los visitantes pueden encontrar muebles y objetos personales que pertenecieron al fraile y su familia, además de disfrutar de la experiencia enriquecedora que ofrecen las visitas guiadas.
Parte de un circuito imperdible
Esta casa forma parte de un circuito turístico que incluye la Catedral Basílica de Nuestra Señora del Valle, la Iglesia de San Francisco, y finaliza con la visita a la casa, ubicada en la Ruta Provincial n.º 41.
Aunque está algo alejada del centro, este recorrido es una experiencia imperdible para quienes quieran conocer más sobre la vida y legado de Fray Mamerto Esquiú. Se encuentra a 13,8 kilómetros del centro de la Ciudad, a unos 20 minutos en auto, en la ciudad vecina de San José de Piedra Blanca, en La Callecita.